6.5.07

Las mujeres soldadoras de nuestro Centro, pioneras en una profesión masculina

El Centro de Formación Profesional Nº 401 se brindan varios talleres y, entre ellos, se encuentra el de soldadura. Pero lo particular del caso, es que entre los alumnos que allí concurren se encuentran cinco mujeres con una gran determinación en lograr empleos vinculados con este oficio. Además, ellas cuentan con el apoyo de sus respectivas familias y con grandes maestros.
El oficio de soldador es uno de los más buscados por las empresas de nuestra zona. El centro de Formación Profesional Nº 401 cuenta con un profesional especialista, Francisco Díaz, quien brinda clases de esta especialidad en los talleres de la institución en Lima, a un grupo de alumnos que cuenta con la particularidad de estar integrado por cinco mujeres.Este tipo de educación apunta a la empleabilidad de los educandos.Hace un mes y medio, estas chicas participan de este curso. Ellas mencionaron que este tipo de capacitación les genera expectativas.Además, ellas y sus compañeros, cuentan con un profesional en seguridad e higiene de forma tal que todo alumno que haya recibido capacitación en alguna disciplina laboral, aprende a cuidarse y a cuidar al prójimo junto con una cultura proactiva hacia la seguridad.“Nuestra expectativa es encontrar trabajo en empresas como Atucha II o lograr otro tipo de trabajo en fábricas o de manera independiente en nuestras casas”, coincidieron las alumnas.Estas mujeres pasaron de no saber nada, en un principio, hasta comenzar a aprender los nuevos conocimientos. Las chicas deben enfrentar ciertos prejuicios que establecen al trabajo de soldadura como una tarea exclusivamente masculina.Sin embargo, este grupo de chicas con iniciativa cree que, con la práctica necesaria, podrán estar a la par del hombre en el desempeño de esta tarea.En el hogar de cada una, la familia está de acuerdo con que hagan un curso así y brinda su apoyo según expresaron las alumnas. Una de las jóvenes está haciendo este curso junto a su hijo de veinte años. “Aparte tengo a mis dos yernos, mi hermano y mi papá que son soldadores”, explicó Irma González, una de las integrantes del grupo que pretende ser pionero.“Siempre quise hacer esto pero como no era varón, mi padre decía que estaba loca porque era trabajo para hombres”, dijo Irma.Patricia Villalba, destacó que “esta es una novedad para todos los hombres ya que en empresas como Atucha se escucha el comentario sobre la existencia de mujeres realizando un curso de soldadura y es la primera vez que se da una capacitación de este tipo con la participación de mujeres.“La mayoría de las chicas que estamos acá tenemos otros trabajos pero, de todas maneras, quisimos implementar algo nuevo”, agregó.“Este es un gran desafío al que no todos se animan. Pasamos de soltar la escoba, a hacer un trabajo de hombres”, dijo Patricia.Los compañeros de curso, según las chicas, habrían tomado muy bien su presencia. Ellos brindaron su ayuda a través de consejos con respecto a las medidas de seguridad que ellas deben seguir durante las clases de soldadura.
La Adaptación al grupo de mujeres le costó adaptarse a los diversos elementos de seguridad pero son conscientes de la importancia de la utilización de elementos como las caretas o los guantes de seguridad para el trabajo de soldadura.
El Lic. Marcelo Huidobro, Director del Centro de Formación Profesional Nº 401 del partido de Zárate, explicó que éstos son una modalidad educativa que pertenece a la Dirección de Educación de Adultos, dependiente de la Dirección de Educación de la Provincia.Huidobro sostuvo: “Nosotros nos dedicamos a capacitar a personas adultas en artes o destrezas laborales que les sirva a sus propios intereses para poder obtener empleo y para beneficio de la comunidad.“Esta es la coyuntura entre educación y trabajo. En función de la necesidad de mano de obra, nosotros buscamos capacitar en lo que sea necesario.“Nuestra formación se caracteriza por ser muy práctica, si bien la persona tendrá que recibir algo de teoría, en líneas generales, aspiramos a transmitir el gesto profesional en la mayoría de los cursos.“Por ejemplo, el tornero debe practicar muchas horas con el torno para poder manejarlo, por lo que nuestro instructor en tornería es la persona más idónea en esta profesión. Es decir, que los encargados de dictar las clases son exitosos en sus profesiones.“En el caso del instructor cañista, Aldo Palmisiano, se jubiló después de trabajar 35 años en esa profesión por lo cual no existen secretos para él. Va a transmitir a sus alumnos lo que le costó una vida aprender con gran esfuerzo.“Esta transmisión natural del saber en una época en la que existían obras, se hacía de esta manera: se le asignaba al especialista experimentado un aprendiz y, de a poco, gracias a la observación y la práctica, éste iba aprendiendo hasta convertirse en oficial y demás. “Esto es lo que pretende lograr el Centro de Formación Profesional, es decir, transmitir gestos profesionales experiencias y oficios”